sábado, 11 de diciembre de 2010
Sábanas manchadas y frías.
0Posted on 20:36 by Matías Valderrama Barragán
viernes, 10 de diciembre de 2010
Razonamientos sin sentido
0Posted on 21:13 by Matías Valderrama Barragán
Cuando asumimos que hay cuarto vacío debemos situarnos fuera del cuarto ya que si estuviésemos dentro de él ya no estaría vacío, pero al situarnos fuera de este ya perdemos toda objetividad de conocer la realidad. Lo mismo sucede con el pensamiento. Para conocer el lenguaje del perro debemos salir de nuestro mundo creado como humanos pero al salir de este ya no podemos manifestarlo desde nuestro lenguaje por lo que convierte todo el acto en una contradicción. El destino de la razón es acabar en la sin razón. La vela de Descartes, en sí misma no es vela, es y si no fuese no la pudiésemos presentárnosla a nosotros mismos bajo la apariencia de una vela. Este mundo que lo capturamos muy caótico, tratamos de resumirlo en conductas, en lineas y contornos repetitivos y evidentes pero no dejan de ser apariencias que nosotros queremos, ya sea conscientemente o inconscientemente, que sean. Si se trata de lo que no podemos hablar, es mejor quedarse callados se le imputa a un escéptico pero el punto esta en que si dejamos de hablar de ello, no solo nos olvidaremos de eso, sino que también aquello deja de aparecernos no por voluntad propia sino nuestra. Entonces la filosofía que es el estudio del saber y por ende de lo que no puede ser conocido, es un intento sin sentido desde el principio, imposible de cumplir su objetivo precisamente porque se funda en que existe la imposibilidad, dicho de otro modo, parte del supuesto de que existe la nada pero a la vez busca algo en ella. Es como si nos encontrásemos armando un enorme puzzle en donde todas las piezas son iguales de tamaño, forma y color; con la fija idea de que debe existir un orden de las piezas, o aún más simple, de que tienen que unirse para conformar algo. La triste realidad nos enseña que no hay tal cosa, que no hay una forma de armar el rompecabezas ni tampoco ninguna, que no hay buenos ni malos caminos, que no existe el bien o el mal. No hablo de relativismos, eso sería caer en lo mismo. Digo que de haber algo detrás de estas palabras el que ustedes las entiendan o no resulta irrelevante, por lo que lo que yo desee con ellas no cambian en nada la situación. La nada no existe, estoy determinando a "la nada" cualitativamente pero precisamente descartándola de la cualidad más determinante de todas, existir, develarse. El lenguaje si lo llevamos al teatro son esas mascaras, esas apariencias que se intercambian, se moldean y se relacionan. La nada no existe en el teatro así como en todo. No hay algo más allá de apariencias que ven los ojos humanos. Y gracias a que no hay algo imposible de aparentar, gracias a que todo puede ser "conocido" es que siempre existirá la duda. Gracias a la inexistencia es que existimos. No se trata de un limite sino de un contorno que es interpretable, de no haber tal contorno no podríamos distinguir ni lo mas mínimo. No existe la nada, no existe lo incognoscible... no digo con esto que todo sea conocible o que todo es. Trato de decir que cuando mencione la pregunta ¿por qué existe algo y no más bien nada? quería preguntar más hondamente ¿cómo podría existir la nada? llegando a la conclusión de que no puede haber ninguna manera por lo que llegamos a la respuesta de la primera pregunta: porque no puede no existir algo. La nada, lo único que no se encuentra determinado, puede y efectivamente debiese no existir. Y algo no puede ser nada. Siento que me contradigo ferozmente. Como dije antes, la razón sólo acaba en la sin razón. no existe un orden dado que no existe la nada. No hay una determinada posición para cada pieza del puzzle ni tampoco ninguna posición, ambas opciones son absolutas y lo absoluto no existe en la realidad. Me canse, juzgue usted.
domingo, 14 de noviembre de 2010
Profundamente vacío
0Posted on 19:28 by Matías Valderrama Barragán
¿Quién soy? El hombre quedó con esa interrogante por varios meses, hasta que ya hastiado del pensamiento tormentoso y punzante, se dirigió al mar. En la arena, divisó como una boya roja se agitaba sin descanso a lo lejos. Se sacó su camisa, botón por botón y se desabrochó el pantalón. Dejó escondidas sus prendas entre unos matorrales y libre de todo peso comenzó a nadar. Estaba muy helado el ponto, tan gélido como su razón, como su sin razón. Ya unos metros adentro, la marea lo desviaba, la sal le ardía en sus heridas y sus piernas le empezaban a recordar el sabor amargo del desgaste de toda una vida huyendo. De pronto algo le agarró el pie, él no reaccionó. Se iba hundiendo en el triste y grisáceo mar, sin saber por qué, sin necesitar el por qué. La boya ya se lograba mirar desde abajo pero ya no le importaba, la razón inventa muchas tonteras mas la voluntad es la que resuelve al final. Y se iba hundiendo, se iba ahogando, se iba muriendo. Una enormidad de peces lo iba acompañando en su periplo, una ballena se hacia presente metros más adelante con su bello canto y hasta tiburones lo rendían honores mientras el seguía hundiéndose en la inmensa profundidad de la abundancia. Sentía como sus pulmones, faltos de oxigeno, comenzaban a flaquear, parecía el final pero no. Era una falacia, un feroz montaje de sujetos cobardes. Dejó de respirar, mas siguió vivo. Sus pies se fueron uniendo y su cuello se alargaba lentamente. Se adaptaba al medio con movimientos ágiles y delicados entre medio de los corales submarinos. Un gran ojo entremedio de unas fosas lo invitaba a seguir hundiéndose. Un enorme cachalote perdido de la historia hacia retumbar las enormes masas de roca dura que encarcelaban su monumental cuerpo. El hombre, que ya sin rumbo, que sin necesidad, vagaba mirándolo con atención; al cabo de unas horas logró retirar todos sus barrotes de piedras ancestrales. Todo el mar se estremecía, el gran gigante olvidado por fin era liberado de su prisión. Se generó un gran movimiento de tierra y bastó tan sólo un segundo para que el coloso ya no estuviese donde tenía que estar, en donde ahora se lograba ver un pequeño cofre bien decorado como desteñido ya de tantos años oculto. Se acercó curioso a abrirlo pero la profundidad ya era demasiada, las atmósferas le aplastaban cada hueso o lo que quedaba de ellos. Retrocedió. Pero no tenía nada que perder, ya había dejado en alta mar todo su antiguo ser. Así, en su ultimo aliento se sumergió en la fosa mas profunda de los mares para abrir aquel enigmático cofre. Sus brazos no lograban levantarse ni sus dedos podían mover el candado ya vencido, aún así luego de morir en el intento, su cuerpo ilógicamente empezó a hundirse en un frenesí, tanto así que golpeó con su cuerpo inerte el cofre, el cuál comenzaba a abrirse lentamente liberando miles de burbujas que nunca habían logrado surgir en el tiempo. Su cuerpo quedó a orillas del mítico cofre, que no poseía ni oro ni cualquier otro metal precioso, poseía a la nada. El hombre nunca merecía, ni tampoco quería saber que su gran epopeya se fijaba en pos del vacío, de ese que lo llena todo en la profundidad de su lejanía. Se volvió a cerrar al cabo de unos minutos y el cuerpo del hombre iniciaba su recorrido a la superficie, la física volvía a ser la misma, tan lógica y tan innecesaria. Su cuerpo volvía a ser el mismo, sus pulmones volvían a pedir aire y los difusos rayos del sol le devolvían la vida de a poco. Abrió los ojos. Apareció tirado en una incomoda arena con las olas golpeándole el rostro en un ir y venir constante. Quizás cuánto tiempo he estado así. Estaba entumecido, se levantó y comenzó a caminar por las orillas del mar. Encontró en unos matorrales unas prendas de vestir que le quedaron un tanto grandes pero que igual le sirvieron para abrigar su cuerpo. De a poco se fue alejando del mar dando pasos en sentido contrario pero que solo lo llevaron a más arena, dunas y un ardiente astro Todo era desierto cuando pensó. ¿Quién soy?...
lunes, 8 de noviembre de 2010
La razón tiende a la contradicción.
0Posted on 20:32 by Matías Valderrama Barragán
Pero por tiempo limitado.
Qué hacer entonces,si la libertad no me dice que hacer, si la libertad no es más que la obligación a escoger,
¡Razonemos!
Inventemos teorías, morales y éticas, que nos hagan creer ser algo más, que el tiempo no se va acabar, que seguirán girando las manecillas a tiempos remotos y felices, apasionémonos con la idea, la idea nos apasiona, tanto que se vuelve natural, como sabia de árbol, que nos baña, nos mima y nos domina, la idea se hace estructura y la estructura se hace coacción.
¡Rayos ya no somos libres!
Acabemos con lo sagrado, lo más alto, la religión; acabemos con lo calculado, aquel buho con corbata, ese Estado, fiel controlador; acabemos con lo indeterminado, el no-yo, la efímera alteridad que me hace temblar y pensar que puedo errar.
Sacrifiquemos lo no-humano, partamos del supuesto que el hombre produciese algo así,
creamos que matamos corderos, vacas y no-hombres; tan sólo un momento, es imperioso eliminar lo imperioso.
...
¡Soy libre!
¡Somos libres!
Pero por tiempo limitado.
lunes, 4 de octubre de 2010
No nos gustan los títulos
2Posted on 20:44 by Matías Valderrama Barragán
No nos gusta hablar bajo un "nosotros" cuando sé que es mentira.
jueves, 23 de septiembre de 2010
El corazón de Madera
0Posted on 18:39 by Matías Valderrama Barragán
Estaba Dios sentado por algún lugar cuando entra el mismísimo diablo en persona a encararlo. -Dios, hagas lo que hagas los humanos dejaran de creer en ti. Ya encontré la razón, era tan pero tan sencilla.- Y comenzó a reírse fuertemente y secándose las lagrimas que le caían por el gozo sentido. Sin mucho entender, este le preguntó: -¿Y se podría saber cuál sería esa razón?- A lo que el diablo le dijo sarcásticamente –¡Pero si se supone que tu eres el único Dios, deberías saberla!- A lo que este respondió un poco defraudado –Bueno pues como soy Dios te demostrare que aún así los hombres seguirán creyendo en mí, ya tengo a alguien con quien enseñártelo, has todo lo que tengas que hacer, yo sólo observare como pierdes tu apuesta como otras veces- El diablo, fastidiado con la respuesta, le respondió soberbiamente –Muy bien, que sea como Dios quiera ¿pero qué apostamos esta vez? Ya te he dado el placer del sexo, el vicio de los cigarros y la ilusión de bienestar del alcohol- Y luego de meditarlo muy bien, dijo Dios resueltamente –Pues que sea la satisfacción del éxito- ¡Hecho! dijo el otro de inmediato, ¡a cambio de la ceguera de los hombres entonces, como siempre! Y volviendo a reír se fue retirando lentamente, murmurando entre dientes su victoria.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Vacíos que ocupan espacio
0Posted on 22:08 by Matías Valderrama Barragán
jueves, 9 de septiembre de 2010
Sobre la muerte, el suicidio y la libertad de voluntad
2Posted on 20:48 by Matías Valderrama Barragán
lunes, 30 de agosto de 2010
Jamás pensado
0Posted on 16:19 by Matías Valderrama Barragán
viernes, 13 de agosto de 2010
Positivistas asquerosos
1Posted on 13:40 by Matías Valderrama Barragán
Tendremos frías palabras en un mundo de gélidos sentimientos.
Seremos amantes del Smog y compartiremos con Soledad la cama,
Seremos embusteros frente a una sociedad de desconocidas reglas escritas.
Tendremos mecanismos , quién sabe para qué pero mecanismos.
La Histeria sera algo natural de la historia.
No necesitaremos sentido, esa cuestión es de hoy,
No tendremos corazón, las eficiencias se miden por la razón,
No hará falta la razón, lo relevante es la coacción. "Nuestra" Coacción.
Si Darwin tuviese la verdad, toda evolución no sería más que mera adaptación.
¿Mejor? Según quién me pregunto yo.
miércoles, 11 de agosto de 2010
Filosofía termina con A (Segunda Parte)
0Posted on 20:57 by Matías Valderrama Barragán
domingo, 25 de julio de 2010
Anónimo empieza con A (primera parte)
0Posted on 17:17 by Matías Valderrama Barragán
Anónimo dijo:
Filosofía barata y zapatos de goma. Ojala escribieras con menos silabas y más coherencia. Que fácil es esconderse detrás de un “blablá” cuando en realidad no se dice nada. No temo por ti, si no que temo por todos nosotros. Pobre huevon pasado a caca.
miércoles, 21 de julio de 2010
Suicidios indeseados
1Posted on 20:40 by Matías Valderrama Barragán
Primero dejó caer su brazo y se asustó al ver que aquel admirado y pomposo hombre se borraba. Se tornaba difuso pero rápidamente volvía a la nitidez, luego de unos minutos el agua ya había vuelto a calmarse. Luego introdujo lentamente el pie izquierdo; sentía como por fin conseguía lo que estaba buscando, esa brisa que corría era sino su salvación. De pronto sonó un estridente sonido por lo que su reflejo huyó despavorido, al igual que él del charco. Al cabo de unos minutos, nuevamente volvió a acercarse a observar que ocurría en ese otro mundo, al que él siempre hubiese querido pertenecer. No, ya no estaba ahí aquel sujeto, se había hecho humo. Quedó intrigado por el sonido y por la desaparición del sujeto, de su sujeto. Observó por horas y nada ocurría, en eso llegó la desesperación. Hola que tal soy tu desesperación y te quiero decir que es tu culpa. Siempre lo ha sido. Crees que quedandote en la orilla, mirando como un cobarde desde lejos, podrás conseguir eso que tanto anhelas. ¿Qué no sabes qué es lo que anhelas? No me hagas reír, tu y yo sabemos bien que queremos en la vida o es que acaso eres de esos jodidos humanos que se preguntan por su existencia constantemente. ¡No! No me digas, con mayor razón entonces. ¡Es tu culpa! (se decía mientras tiraba una carcajada) Deberías ser irracional, deberías dejar llevarte por tu propia voluntad. Si al fin al cabo no hay nada más. ¿Esperanza? bueno si quizás para los débiles que la necesitan. Pero si vivir en la duda nunca ha sido más perjudicial para la salud hombre. Venga, arriesgue y logra lo que tanto quieres, Lo que tanto eres. Si él se fue, es por tu culpa. Se marchó porque nunca te arriesgaste o es qué no lo deberías hacer. Pues yo, no sé.
Se puso de pie y se sumergió de un viaje en la oscuridad.
Fue cayendo en un pozo muy profundo, al menos en apariencia, ya que fueron sus últimos segundos más largos de su vida hasta que se golpeo con un metal. No veía nada, sólo unas enormes luces que se acercaban a él a gran velocidad que lo cegaron en un instante. Escuchó gritos de mucha gente hasta que el tren lo arroyó sin piedad, su cuerpo se atascó en las ruedas que no lograban aún detenerse. Su cerebro se pulverizó y sus ojos reventaron al chocar su cabeza con el foco izquierdo de la maquina que al quebrarse dejó lo que quedó de su rostro lleno de cristales incrustados profundamente. Curiosamente su corazón se salvó, pero sus familiares no lo quisieron donar. Sólo eso faltó, sólo eso faltaba.
domingo, 27 de junio de 2010
Libelo volador
0Posted on 13:41 by Matías Valderrama Barragán
sábado, 19 de junio de 2010
La realidad dual que constituye una realidad social
2Posted on 20:29 by Matías Valderrama Barragán
lunes, 31 de mayo de 2010
La ininteligible naturaleza y la dialéctica de los solipsistas
0Posted on 9:54 by Matías Valderrama Barragán
Lo que faltaría hablar respecto a este esquema filosófico sería ahondar en el "otro", a lo que apresuradamente me atrevería a plantear como una creación social. Pero dada la extensión de este texto lo dejaremos hasta aquí por hoy.
domingo, 23 de mayo de 2010
La connotación denotada
0Posted on 23:29 by Matías Valderrama Barragán
sábado, 15 de mayo de 2010
Lo real es idéntico a lo aparente
0Posted on 0:34 by Matías Valderrama Barragán
viernes, 7 de mayo de 2010
Medio-cres II
0Posted on 22:54 by Matías Valderrama Barragán