-Pero vallase no más tío, no ve que esta haciendo sufrir a toda su familia de allá en Llanquihue-
-Si pero es que orgullo pues tío, ese orgullo que no me deja volver, yo no quiero volver derrotado me entiende... Si yo vine a Santiago fue para comenzar una nueva vida, a ganar más plata, a dejar de tomar- Me decía con su mirada triste buscando en mis ojos algún poco de piedad, piedad que confirmara sus mentiras auto impuestas, para solventar su obstinación infantil. -Pero tío, ¿no me dijo qué le fue peor con el trago aquí que allá? ¿Acaso no quiere recordar esos 15 años en el vicio del alcohol de los que tanto se arrepiente? Si amigo, si lo sé. Pero entiéndame que si vuelvo, sera pa siempre... la derrota sera pa siempre. ¿Acaso uste podría vivir con una frustración así pa toa la vida? Pues será difícil, lo sé. Pero le aseguro que no se arrepentirá de volver, la familia nunca lo va a ver como un perdedor, a su familia le ha dado mucho y se nota que lo quieren harto; no les siga haciendo daño, no se siga haciendo daño. Tome sus pilchas y vallase de aquí no más le digo. Pero tío, yo tan sólo necesito 1500 pesos, con eso saco una fotocopia de mi currículum, así el chino, un amigo mio, me da una pegita que rinde pa salir de acá y empezar a surgir como dios manda pue... Vallase, lo único que se lo impide es usted mismo amigo, no sea tonto si en el fondo usted también quiere volver. Debe estar cansado de luchar, de perder constantemente, de no conseguir ningún anhelo o sueño que tiene... Vallase le digo, sólo vallase... Si mi hija quiere puro que me valla, cuando me llamó se le salieron las lágrimas, pa que hablar de mi hijo... Ve que lo extrañan, si se nota que lo quieren harto amigo ¿Oiga pero cómo encontraron su número?... Bueno mi hija fue, que tenía una amigo que le ayudo a buscar en la lista de teléfonos pero ningún daba conmigo, entonces su amiga le dijo que llamara al hogar de Cristo, que quizás este ahí y todo eso. Y bueno llamó y le dijieron que yo estaba durmiendo aqui... Yo no sabía si responderle o no... Pero le conteste, y le juro que cuando me puso a mi nietecita le juro que me quebre entero, cuando me dijo: vuelve tatita te queremos ver de hace tiempo, le juro que me quebre... De ahí mi hija me dijo que me tenía listo los pasajes, que tenía todo preparado pa que volviera con ellos.
Pero esta diciendo pues, vuélvase a Llanquihue, vuelva a estar con su familia que tanto lo quieren, no se deje llevar por su orgullo, si no hay nada más lindo que el reencuentro. No hay nada más lindo que regresar.
Al día siguiente, Don Cesar, nunca más volvió a la hospedería...
(Una de las tantas historias, Hospedería del hogar de Cristo, Octubre del 2009)
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