sábado, 27 de marzo de 2010
Amoríos con la Soledad
0Posted on 21:16 by Matías Valderrama Barragán
lunes, 22 de marzo de 2010
Navegantes sin brújulas
1Posted on 15:20 by Matías Valderrama Barragán
Despertó incomodado por el remo que tenía tras su cabeza que no lo dejaba dormir bien, observó hacia todos lados y para su sorpresa se encontraba en un bote en medio de una laguna o algún lago inmenso en el cual no se veía nada más que agua en el horizonte. No recordaba como había llegado hasta allí, sólo sabía que debía hacer algo, que tenía que haber un sentido para que lo colocaran en esa pequeña embarcación de madera con un único remo. Quizás hayan más como yo, quizás haya una costa a donde tengo que llegar, necesito descubrir que hay más alla de lo contrario me morire de hambre aquí mismo. Así que comenzó a remar, día y noche por vastas y tranquilas olas que lo llevaban en un vaiven delicioso y un tanto desesperante hacía una dirección, un fin que seguía por mera corazonada. Hasta que se encontró con otro navegante, uno con barba y enteramente desnudo quién se encontraba riendose y cantando al cielo miles de versos que el no entendía. A pesar de que él le hablaba, el poeta no se inmutaba en su algarabía y comenzaba a cantar y a reirse con más fuerza que antes, por lo que siguió su camino. Cuando ya perdía de vista el otro bote se detuvo un instante y se puso a razonar cómo hacer para encontrar el fin del lago, que seguramente habría de haber, después de todo ya había encontrado a alguien como él. Así que se le ocurrió en primera instancia sacarse sus ropas, rasgarlas en pedazos e ir dejandolas en la ruta que ya venía haciendo de hace algunos días. Entonces, luego de haber quedado completamente desnudo en su bote con un frio inmenso, se generó una enorme tormenta que agitó las olas antes tranquilas moviendo cualquier pedazo de tejido que habia dejado astutamente a cualquier parte. Desilucionado se detuvo a pensar en otro plan y comenzó a trazar mapas del lago o de cómo debería ser el lago, usando a la madera del bote y sus ya largas uñas como papel y lapiz de un inmenso mapa. Así fue probando las diferentes direcciones en base a sus registros, conociendo las bondades de su mar, en donde corrían peces, en donde era más turbia el agua o donde era más salada, en donde corría mayor viento, etc. Pero nunca dio con el fin del mismo. Ya muerto de hambre, cansado de tanto remar y pensar, se detuvo nuevamente, tiro el remo al agua y se acostó en su bote mirando al cielo. De pronto escuchó un ruido extraño a lo lejos, por lo que con sus ojos rapidamente trato de divisar algo. En el horizonte efectivamente se veía una silueta que se iba acercando lentamente a él por el movimiento del agua. Era, sin duda, el loco barbudo que pillo en primera instancia que continuaba riendose y cantando a los cielos, pero a diferencia de su primer encuentro, esta vez no le dijo nada, volvió a acostarse contemplando las nubes como se movían. Ya luego de unas horas, las dos embarcaciones chocaron entre si cortando bruscamente los cantos del lunático. Al verlo allí, enflaquecido y derrumbado, nuevamente comenzó a reir diciendole: Hey muchacho, te ves algo cansado de buscarle un fin a este mar. Sólo has estado dando vueltas y vueltas sobre el; muchacho, este mar no tiene limites, es maravillosamente infinito e insondable y no tienes para qué buscarle su finitud cuando nunca la encontraras... Y así ambos se largaron a reír de lo ingenuos que habían sido en otros tiempos, mirando hacia el lejano y utópico sol que se abría paso en el horizonte.
martes, 16 de marzo de 2010
El hombre en busca de su no sentido
3Posted on 17:09 by Matías Valderrama Barragán
jueves, 11 de marzo de 2010
Sustancialidad o Accidente: Meras apariencias
0Posted on 16:47 by Matías Valderrama Barragán
Siempre nos hemos preguntado como hacemos el bien o lo mejor, para mí o para otros da igual, es esa moral la que nos impulsa a decidir ante dos alternativas que les asignamos categorías anteriores de bueno o malo, básicamente porque así funciona nuestra mente. Es un imperativo asignarle un espacio tiempo donde dentro de un gran estante situemos diferentes distinciones que para ciertos elementos tendrán la diferenciación de bueno o malo, de verdad o mentira, de práctico o inútil, etc. la hermenéutica por naturaleza. Y es en este proceso en donde entramos casi en un colapso mental al enfrentarnos a "otro", nuestras neuronas corren por todos lados desesperadas logrando situar en algún casillero a ese "otro". ¿Es un sujeto? ¿Tiene vida? ¿Me superara? ¿Me querrá? y dentro de todo ese proceso caemos en adjetivos "a posteriori" de esa persona nuevamente por necesidad. Curioso es cuando entramos en un conflicto aún más terrible y confuso, el cuál ha generado mucho debate a lo largo de la historia, respecto a cuando generamos "sociedad" con ese "otro". Es real esta conexión, o no será solamente mero accidente. Esa es la división que se ha generado entre grandes filósofos y ciertamente que da para cuestionarse cuando vemos que el fenómeno de la sociedad como tal ya resulta ser tan dominante en uno. No puede ser que sea mero accidente de dos o más cuerpos cuando existe tal grado de impacto pero pareciese ser que el concepto de Sociedad fuera tan vació al ser sólo una categoría dada precisamente por un o más integrantes de la propia. Es como si unos números se pusieran de acuerdo a llamarse "los naturales" por compartir ciertas características, pero lo propio de "lo natural" no existe. Lo mismo ocurre con lo bello, la verdad o lo bueno. Elementos subjetivos que en si no representan nada sino existe nada bello por ejemplo. "Lo natural" de los números naturales no existiría de no haber números con la compartida cualidad determinada que los agrupan en el conjunto de los naturales. Es decir, que todas estas categorías son dependientes de sus compuestos pero no viceversa, algo aparentemente evidente, pero muy importante a la hora de progresar ya que si mantenemos esto como cierto, la sociedad no es más que un concepto vacío creado para englobar o llamar un conjunto. Pero este conjunto no determina o al menos no existe por si mismo sino que por las cualidades compartidas que existen o que postulamos existir dentro de éste. Sin embargo, siguiendo esta lógica como podemos aceptar que la "Sociedad" influye en sobremanera a los que la integran, este supuestamente conjunto vacío afecta en sobremanera en las personas que día a día van adoptando caracteristicas ajenas a si mismos. Para ello ocuparemos la siguiente metáfora: Cuando juntamos nuestros libros y los colocamos en un estante, resultaría que ahora tenemos el estante de los determinados libros, siendo una completa sociedad de lementos parecidos. Pero vemos aquí el punto anterior, el estante en sí no tiene nada de común con un libro, lo hace ser meramente el observador. Es decir, que si nos ubicamos desde un punto de vista externo notaremos que no existe ningún grado de sustancialidad en la sociedad, solamente una categoría predispuesta. Pero que ocurre si nos situamos dentro este estante gigantesco llamado sociedad, nos veremos inmersos, nos sentiremos parte del estante y al lograr dicha conexión nos determinamos EN conjunto pero no POR el conjunto. El estante no nos modifica, nos modificamos al estar en contacto de otros con parecidas cualidades y es importante recalcar el "parecidas" porque el hecho de que no somos iguales del todo nos sirve para distinguirnos o no. Y es en este supuesto "reconocimiento" que diría Hegel donde nosotros nos vamos modificarnos. Un caso es el de la mujer-gallina en donde finalmente adoptó cualidades de gallina no por estar en un gallinero sino porque se rodeo de gallinas. Algo evidente porque los gallineros no hablan por así decirlo. Pero acabamos en que la sociedad no nos modifica, sino que es en la comunión con otros, con un pasado, un medio, etc. todo lo que esta externo. Pero si nos situamos desde el exterior, pensamos que la mujer-gallina es un disparate, pero básicamente no entendemos que son las excepciones de estantes que al generalizar no vemos. Entonces desde que observador nos conviene posicionarnos. Es tan sólo aparente la respuesta, ya que lo que vemos como observador puede engañarnos. Situarnos desde una lógica desde lo interno nos deja indefensos a este engaño en el sentido de que no podemos saber que lo que me rodea es lo que soy en verdad, no tengo como saber que estas gallinas sean lo mismo que yo; sin embargo sinos ubicamos desde lo externo no lograremos descubrir las excepciones ya que tendemos a generalizar en supuestos casi dados como por perfectos, al ver el gallinero asumimos que contiene gallinas, así como al estante de Ingles con libros de Ingles pero que conste que asumimos eso por las constantes o compartidas cualidades que existen dentro los elementos. En otras palabras, la mente humana tiene a completar figuras, a llenar estantes de elementos que de fuera son iguales pero que en el interior se diferencian. Lo importante es que no somos capaces de darnos cuenta en ambos casos si lo que identificamos es lo que realmente somos. Si se fijan, al integrarnos a la sociedad vivimos tranquilamente siguien lo que veo que mi entorno realiza. Pero si nos alejamos de la misma y vemos a la sociedad desde lejos vemos una masa de personas realizando pero lo que no implica que yo deba o no hacerlo. Al menos la primera opción nos deja un tanto más tranquilos pareciera. Son aparentes opciones, ya que previo a observar existe la duda, aparece la inseguridad ya que dependiendo de donde observemos veremos diferentes cosas. En el proceso racional de agrupar tendemos hacerlo por distinciones diferentes, pero no tenemos como saber si debemos hacer tal cosa y con que criterio podemos hacerlo, nuestra hermeneutica nos obliga a postular cosas que pueden ser de la misma forma como no pueden ser. Parecido al Noumeno de Kant, esta masa densa se nos presenta generando grandes dilemas donde podemos observarla sin saber bien que plantenado centenares de teorias esperando a a que cambien, o podemos hacernos parte de ella buscando encontrarnos quizás con lo propio de nosotros. Convivimos con ese miedo, con esa inseguridad solapada. Sin embargo, vivimos tranquilos creando nuestros propios preceptos, re interpretando lo que nos llega difuso y oscuro pareciendo todo un tanto más definido, más lógico, más real.
martes, 9 de marzo de 2010
El ocaso del periodismo y la sociedad digital
0Posted on 13:16 by Matías Valderrama Barragán
Probablemente Nietzche le diría al cibernauta actual: ¡El periodismo esta muerto! Bueno y un par de otras cosas más, pero tal frase no se aleja en nada de la realidad. Boston Globe, uno de los diarios más importantes por años de los Estados Unidos está por acabar su larga historia al igual que tantos otros como la marca Tribune Company que integra una cantidad de diarios ya declarados en banca rota. The New York Times, tampoco se queda atrás y han bajado sus ingresos considerablemente llegando a la obligación de bajar los salarios de sus trabajadores. Y no es menor todo esto ya que han bajado en un casi 30% según cifras del propio New York Times los ingresos de los periódicos actuales. Básicamente este fenómeno se esta generando por dos razones: En primer lugar la conveniencia de publicitar productos o servicios en Internet, debido a que es mucho más barato y probablemente más eficaz, reduciendo la publicidad que pagan a los diarios siendo esta vía la mayor fuente de ingresos para estos. Y por otra parte tenemos a este Internet que nos ofrece información ilimitada y gratuitamente. Es evidente que este medio esta sobrepasando con creces tanto a los periódicos como a la televisión o la radio, gracias a no tener que pagar absolutamente nada y la capacidad de que el usuario elija lo que quiere ver, provocando que las nuevas generaciones (como uno) asuman a la información como gratuita casi por ley. ¡Pero si esta todo en la "red"! Para qué voy a pagar por algo que puedo encontrarlo yo o inclusive, que puede generar uno mismo. Vemos como cada día en twitter más y más gente comienza a sentirse reporteros de su mundo, y es que las facilidades que entrega este medio en particular dan la sensación de poder ser uno el periodista y no necesitar pagar nada para hacerlo, compartiendo la información a todo el mundo posible llegando a limites como realizar propios programas vía Streaming o series en Youtube donde las personas hablan, comentan, relatan sucesos que son de un interés global provocando un concepto nuevo que antes no existía: el de "compartir anónimamente". En particular al caso del terremoto en Chile, el medio de información más cercano y eficaz no fueron los diarios sino Twitter y fue este medio el crucial para encontrar a una cantidad de personas. Entonces para que preferir algo por el cual debo pagar si tengo mayor información, más cercana y libre de expresión en la web. Pero qué tan seria será esta información, el gran conflicto que se nos presenta es que en esta vorágine de información entre datos privados y públicos, como se puede distinguir una información fidedigna y seria respecto al tema que buscamos; y peor aún, que trabajo podrá haber hecho una persona cualquiera en publicar algo desde su casa.
Claramente que el periodismo está en declive y se verán fuertes consecuencias con esto ya que muchos medios masivos perderán el verdadero trabajo disciplinado de investigación. Siendo aún peor el hecho de que, debido a que existe tanta información en esta sociedad virtual, nos vemos en la necesidad de elegir, es decir, que el filtro lo hace uno mismo. Y qué tiene de malo eso dirán, que las personas solo leerán lo que les importe o lo que les llame la atención y esto ya se viene gestando de hace tiempo. Antes se consideraba el factor de informar como el más importante; ahora cada vez más se toma el carácter de ser "llamativo" para el lector, teniendo "expertos" que investigan actualmente de cómo las formas circulares en los anuncios atraen más al subconsciente que los cuadrados, por decir algo. Es en este filtro que realiza uno el triste prologo de ser personas casi-informadas. Suena curioso a estas alturas pero es muy relevante este punto ya que vemos como la gente al filtrar o más bien al hacer valer sus propios intereses van eliminado información que quizás no sea atractiva pero si de mucha necesidad, la política por ejemplo. Es más sabroso ver como pelean en un reality unas caras lindas que unos políticos en el senado, pero lo que resuelvan en el senado finalmente tendrá repercusiones en mí aunque no me hubiera interesado en ese minuto. Estamos formando especialistas pero no personas en este mundo digital. El concepto de persona no existe en medio de sujetos que velan por sus propios intereses tanto al informarse como al ejecutar acción, puro individualismo señores. Aunque los diarios persistan aún intentando ilusamente generar webs y portales de reportajes y columnas, el gasto que invierten en estos no va a dar frutos si la gente al menos pagara por visitarlos. Y caemos nuevamente en lo mismo, pagar. Algo que ya esta pasado de moda casi. Si antes era el feudo, luego el capital, ahora es el conocimiento. La labor del periodista era entregar el conocimiento masivamente que era difícil alcanzar solo. La misma función la cumple ahora la Internet y de una forma mucho más rápida. Por lo tanto, que nos queda esperar, pareciera ser que el individualismo llego para quedarse. Más que hablar de personas, tocará hablar de individuos, sujetos bien definidos y determinados quienes como ya todos hemos caído en parte, busca definirse cada vez más, especializarse cada vez más. Tanta información nos abruma y necesitamos orden, necesitamos apuntar solo en una dirección. Pero eso no significa que tengamos que olvidar el resto. Para que el estado, los sindicatos, los servicios públicos, etc. sigan funcionando es requisito no dejarlos de lado, informarse aunque sea poco, lo suficiente como para que no nos hagan tontos. Y no informarse tan sólo de 140 caracteres como lo es Twitter, no guiarse por lo atractivo sino por lo que sea (o intente ser) lo más completo. Formar un nuevo periodismo "casero" donde no sea solamente en base a lo que nos interesa leer sino en donde aprendamos a ser personas integrales. Sólo así podremos dejar la esfera de una sociedad virtual de la cual somos todos y a la vez nadie.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Inermes (Relato de un terremoto)
0Posted on 13:25 by Matías Valderrama Barragán