Pedrito fue a contarle a su madre lo mal que le fue en la prueba.
Su madre encolerizada le agarró a palmadas en el trasero.
Nuevamente, después de unas semanas, Pedrito obtuvo una mala calificación.
Sin embargo, el muchachito le contó de una forma muy diferente a la realidad, que a todo el curso le fue mal, que la prueba estaba muy difícil para el nivel del curso.
Su madre y su padre lo agarraron a correazos.
Pedrito, que ya había aprendido la lección, aprendió a ocultar y negar hasta la muerte su pasado.
Aprendió que la mentira solo trae más sufrimiento a su cuerpo, por lo que debe hacer trampa en las pruebas, bien prácticas y calculadas, para evitar la necesidad de decir falacias a cualquier superior.
Muchas gracias queridos padres, me dieron una cultura de mierda que mejorar.
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