Quería ser astronauta pero luego me dijeron que era muy peligroso para mí, que si se te abre un orificio en esos estrafalarios cascos, te entra un gas muy hediondo que hace que tu nariz se vuelva naranja que a su vez hace que se te caigan todos los mocos que tienes en tu cuerpo hasta morirte. Me gustaban los dulces pero mi madre siempre me los escondía por diferentes lugares de la casa, igual los terminaba encontrando por ahí pero como los tenía contados me descubría al instante y los volvía a cambiar de posición. No deseaba estar en el mismo curso que el de Joaquín pero la tía nos puso juntos igual, luego nos hicimos amigos. Me gustaba cuando mi profe de historia me contaba la historia pero mi padre me decía que no existía la historia. Soñaba con el día en que no tendría que volver a soñar con otra sociedad, sin embargo, pareciera que de sueños vive el hombre o, dicho de otro modo, es algo raro que sueña que vive. Quería estudiar Arte y comunicar algo, pero por temas financieros quedé en ingeniería comercial. Mis lecturas de verano siempre me complacían, por eso cuando leo recuerdo esos soles. Me gustaba la Natalia, pololie con la Matilde, me casé con Javiera. Nunca quize casarme a los 30 años pero con un hijo en camino y toda su familia encima, no había nada que hacer. El comunismo, el anarquismo y el socialismo me hacían mariposas en la guata pero nunca estuve muy seguro de si eran mariposas. Soñé con trabajar en algo para la gente, algo que le llaman "servicio público", pero para conseguir dinero finalmente me metí a una empresa internacional de marketing que en realidad hace lobby con los diferentes gobiernos latinoamericanos y que más que ayudar se encarga de calcular quién merece créditos y quién no (quién merece morir atormentado por deudas). Solía tener verdades, ahora tengo la seguridad de que no lo eran, pero solamente eso y no sé si me basta. Creía en Dios pero al final descubrí que era un viejo barbon vestido de rojo que deja huevitos de chocolate por mi patio en una infinidad de días en que toda la gente cree que le hace falta algo o les hacen creer eso. Acostumbraba a pensar que iba a conquistar mujeres, a que iba a vivir la vida como caballo, que sería de esos que tu dices "son el alma de la fiesta" pero termine amargado escribiendo en blogs en vez de estar "ahí afuera" en lo que llaman "mundo". Quería una niñita, me dieron un hijo. Quería ser quien soy, pero me quede pegado en la pregunta por el quién. Anhelaba autoconvencerme de que ese mundo existía pero tuvieron que convencerme a la fuerza. Siempre ha sido así, uno nunca esta seguro de nada cuando todo lo de afuera te empieza a obligar a tomar decisiones, eso es lo que llaman libertad, deberían encerrarla por criminal. Creía en mí. Necesite llorar, mas no pude ante tanta adversidad. Soy el hombre de las esperanzas frustradas, tanto que esperaba que no lo sup(us)ieras pero ya basta con el titulo para que mis utopías se vengan abajo, o quizás no abajo, quizás no se vayan. Quizás están ahí. Solía creer eso. Debería escribir mi autobiografía. Quizás todo esto sea un pretexto, una escusa, una argumentación, una replica infame de un tipo que nunca se movió. Ese es tu problema, que no haz hecho nada. Que se dispuso a cuestionar sus actos para terminar sin terminar nada, valga la redundancia. Para acabar acabado. Puede ser o simplemente fui alguien con grandes expectativas de su vida pero con muy mala suerte.
Biografía "no autorizada" de alguien que, al parecer, ya es un adulto, que le corresponde serlo y que corresponde serlo.
Biografía "no autorizada" de alguien que, al parecer, ya es un adulto, que le corresponde serlo y que corresponde serlo.