Gime mierda, gime... Gime mierda, gime... Cállate... ¿Te gusta así? Si, yo se que te gusta, sobre todo cuando hago esto, o quieres que lo haga más rápido. (nalgadas van y vienen) Si más rápido, más rápido... ¿Sí? quieres más rápido ah, más, más rápido ¿Así (Esa agitación y sudor mezcla del fervor del momento) o más rápido?... Más rápido, mucho más, oh mierda así, dale... Oh... no pares, ya estoy a punto... No, no, no (rasguños frenéticos)... Yo no parare, sólo hasta que no puedas... más... ¿En…ten... diste? (inhalo)... Ah mi amor, estoy a punto... A... puuuun... to. (Trascendemos)
¿Qué me queda?
Viene sólo la soledad: las reflexiones de lo bueno que estuvo en primera instancia, luego los sentimientos de abandono y para rematar esa angustia, esa que crece al saber que no me queda ninguna prueba. Últimamente se ha apoderado de estas noches. Amor, ¿cómo puedo saber qué es real? Es tan maravilloso que solamente me da para pensar que es una fantasía, que quizás algún día despierte y todo fue un coma o algo impensado que se yo. Es como si el cigarro me dijera: Gracias a Dios que no tengo que pensar como tú, que sólo te dedicas a aquello. Lo único que consigues sera siempre darte cuenta que no tienes ni la más remota seguridad o certeza de que tuviste o no realmente sexo, está en tu naturaleza el no saber absolutamente ¡Nada! Para sufrir, para vivir en la ambigüedad, como en el vacío. Piénsalo amor, podemos ser parte de un sueño o de alguna Matrix como la película o no sé, ser todo esto una proyección de mi consciencia siendo tu solamente una imagen falsa de... Ah no sé mi cielo, es sólo que a veces es tan hermoso tenerte a mi lado, pero tan hermoso, que no me lo creo simplemente. Ya mejor no me escuches, ando hablando puras tonteras.
(Sonrió)
Siempre le colocaba rosas rojas a su lado, parecía que le hacían sentir más acompañada, como si viera a otra persona a través de ellas, porque dentro de los repentinos espasmos de la mujer, volteaba su cabeza sonriendo hacia las dulces flores. Sin embargo, de inmediato volvía a su absorto estado. Pobrecita quizás qué se imaginará con ellas, se preguntaba la enfermera al verla tan lejana y abandonada. Se notaba como en otro mundo, se mostraba como ensimismada, observando casi el vacío, como un simple vegetal conectada a miles de tubos.